La paz en El Salvador vista por salvadoreños desde Canadá



La del 16 de enero de 1.992 representa una fecha histórica en El Salvador luego de un proceso de voluntad nacional que puso fin a 12 años de guerra civil y que arrojó más de 75 mil muertes y más de ocho mil desaparecidos.

Fue en Ciudad de México donde se suscribió el Acuerdo entre el gobierno salvadoreño y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) que puso fin al conflicto armado entre los años 1980 a 1992, como parte de los denominados Acuerdos de Paz.

Dichos Acuerdos pacificadores, mediados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), manifestaban puntos particulares de negociación: Fuerzas Armadas, Derechos Humanos, Policía Nacional Civil, el Sistema Judicial, el sistema electoral, el tema económico-social, reincorporación de miembros del FMLN a la vida civil, cese al fuego, verificación por la ONU de los Acuerdos y el calendario de ejecución.

En Toronto, hoy, a dos décadas de la culminación de los procesos de negociación, que derivó en la firma de los Acuerdos de Paz; con un gobierno de izquierda y una población local y emigrante que conforman un diverso y fecundo crisol, coinciden en la importancia de preservar la memoria histórica para la convivencia en paz y armonía.

Luis Rodríguez, integrante del FMLN-Toronto y parte del comité local por el vigésimo aniversario de la firma de los Acuerdos, cuenta a CORREO que una de las deudas más grandes que se tiene con el pueblo salvadoreño luego de las negociaciones de hace dos décadas es el profundizar en los orígenes de la violencia, y destaca el combate al crimen organizado y la lucha contra la inequidad social y económica como algunos de los desafíos contemporáneos más urgentes.

A poco más de dos años de transición de un gobierno de derecha a uno gobernado por la izquierda -el FMLN-, puede verse un avance en los programas sociales, especialmente en el ámbito educativo, destaca Rodríguez.

A nivel local, por primera vez en la diplomacia salvadoreña se ha asignado a un diplomático de izquierda para representar los intereses del país centroamericano en Canadá. Desde septiembre del 2011, Oscar Mauricio Duarte funge como embajador de El Salvador en territorio canadiense.

A decir de Eusebio García, trabajador de asentamiento y salvadoreño dedicado a preservar los vínculos entre la comunidad asentada en tierra canadiense y El Salvador, una de las tareas de mayor importancia entre la diáspora -en diferentes épocas y por diferentes entidades- es mantener un enfoque de bienestar familiar y de amistades que radican en el llamado “Pulgarcito de América”, como un modo también de preservar las raíces y el pasado para las nuevas generaciones.

García refiere una de las iniciativas locales más antiguas, SalvAide, cuyo mandato es fortalecer a la sociedad civil del país centroamericano.

Con sede en Ottawa y con un destacado trabajo en el área de desarrollo comunitario por más de 25 años, SalvAide ha recibido apoyo del gobierno canadiense a través de la Canadian International Development Agency (CIDA).

En referencia a la adaptación de salvadoreños y su inserción en la sociedad canadiense, Eusebio García habla de la Asociación Salvadoreña-Canadiense, ASALCA, como una organización dedicada a la promoción de valores e identidad cultural, al mismo tiempo de trabajar por la justicia social.

Según datos de ASALCA, el mayor flujo migratorio de salvadoreños a Canadá se dio en las décadas de los 80’s y 90’s, resultado de la dictadura militar y la cruenta guerra civil durante 12 años, en un intento por escapar del sufrimiento por persecución, tortura, encarcelamiento, desapariciones y asesinatos.

Acorde al censo del 2001, la comunidad salvadoreña en Canadá representaba el 13.2% -o 69 000- de un total de 520 260 latinoamericanos. Para el censo del 2006, Estadísticas Canadá elevó la cifra de latinoamericanos en territorio canadiense, luego de la protesta liderada por el Congreso Hispano Canadiense. Ello llevaría a contabilizar a los salvadoreños a una cifra aproximada de 150 000.

Formalmente legalizada desde 2004, ASALCA, organización sin afiliación partidista, ha pugnado por reivindicaciones políticas que versan con la necesidad de mantener viva la memoria histórica, por la reconciliación, la búsqueda colectiva de métodos de trabajo ciudadano, donde se incluiría el voto en el exterior, entre otros objetivos.

En el plano político, a decir de García, uno de los retos todavía pendientes tiene que ver con la reconciliación, en forma individual y colectiva, pues no ha habido intenciones ni presupuestos destinados a brindar apoyo médico y psicosocial a sobrevivientes del conflicto; y refiere en contraste los esfuerzos que los gobiernos de países europeos han destinado para víctimas y familiares luego de la I y II guerras mundiales.

“Lo esencial era garantizar la desmilitarización del país y articular un sistema electoral, mismo que se cumplió; pero el problema de violencia en el país, tiene que ver con la falta de atención en su momento a la transición económica”, nos cuenta.

La visión económica del gobierno en turno no fue ni es hoy muy distante al modelo económico neoliberal que se vive en Latinoamérica, y la propuesta del FMLN de aquel entonces, consistía mayormente en una visión socialista para encarar los problemas económicos, dice García.

Para conmemorar un año más de la suscripción de los Acuerdos de Paz ocurrida en México, la comunidad salvadoreña se reunirá el sábado 21 de enero a partir de las 6:30 PM en Steelworkers Hall, ubicado en el 25 de Cecil Street.

Dicho evento, organizado por el FMLN-Toronto y la red Canadá-El Salvador Action Network, incluye el conversatorio “A 20 Años de los Acuerdos de Paz: Logros y Desafíos”, que contará con la participación del Embajador de El Salvador en Canadá, Oscar Duarte. Puede llamar al teléfono 647 261 04 77 para mayor información.

Si usted desea relacionarse con las entidades locales no lucrativas que hacen labor en tierra salvadoreña mencionadas en esta nota, le invitamos a visitar las páginas de internet: www.salvaide.ca y www.www.asalca.ca. 


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